miércoles, 17 de febrero de 2010

14/02

Mientras veo como el sol se refleja en una de las ventanas, como las cortinas blancas y transparentes se mueven de una forma suave y hermosa, como si danzaran contentas y libres de par en par, pienso en todo lo que significó este día para mí.
Hoy es uno de esos días que uno puede hacerse muchas preguntas, la respuesta pueden ser miles, pero el fundamento es el amor.
El amor, de amor es de lo que hablo muy seguido con todas aquellas personas con las que converso normalmente, es algo tan bello sentirlo, vivirlo, decirlo o escucharlo. Por tal motivo trato de vivir el amor en todo momento, en cosas sencillas como enamorarme de una canción, de una sonrisa, amar a las personas que me aman y lo más importante, enamorarme de mi misma (es el reto más grande pero el más gratificante). No quiero parecer cursi, porque la verdad eso me haría sentir tonta (aunque mi pregunta seria, ¿cuán cursi soy?).
Anoche salí a dar un par de vueltas por un parque muy conocido, lleno de personas, muchas de ellas iban en parejas tomados de las manos o repartiéndose besos y miradas provocadoras , los taxis y los hoteles eran los más solicitados, ¿romántico?, yo pienso que era un llamado de hormonas hacia la acción sin palabras . Camine por un pasaje muy concurrido al cual acudí sin pensarlo dos veces para tomarme un whisky. Llegue al lugar al cual frecuento normalmente, me senté en la barra casi frente al barman, esperando mi dichoso licor en las rocas y una llamada telefónica. Estaba ansiosa y no podía controlar el movimiento consecutivo de una de mis piernas, pedí un cigarrillo y cada minuto veía mi teléfono celular, sabía que en cualquier momento sonaría y que quizá por el ruido de la música , no podría escuchar cuando la llamada se produzca . La música era muy buena sobre todo cuando pusieron aquella bossa nova que tanto me gusta, cerré mis ojos y solo atiné a expulsar el humo del cigarro en uno de mi suspiros, una leve sonrisa se marco en mis labios y pronunciaba algunas partes de la letra de la canción “…que no peito dos desafinados também bate um coracão” (el portugués no es un idioma que domine).
Fue muy agradable, relajante y de pronto la llamada que esperaba se produjo. Mis latidos se volvieron a acelerar y aquel movimiento involuntario de mi pierna volvió con más intensidad, espere que sonara 4 veces antes de contestar, dije: “alo”, una sonrisa se escuchaba al otro lado del auricular, y una pregunta: “¿Dónde estás?, la cual contesté de pronto y las explicaciones necesarias para no dar que pensar. Hablamos por casi 15 minutos, yo escuchaba la música y sus palabras las cuales me llevan a un lugar distinto e intangible(es como escuchar a un personaje lleno de historias y experiencias fantásticas, que te habla de la manera más plácida y feliz , que te enseña nuevas palabras y nuevos significados) y yo le hablaba sobre mi día, sobre el whisky, sobre las parejas con miradas provocadoras. Reímos mucho sobre todo en el último minuto de la llamada, uno nunca sabe que decir antes de colgar o es difícil saber que decir, buscar la frase correcta, por ello en 30 segundos reímos , 15 segundos estuvimos en silencio escuchando nuestras respiraciones y la música de fondo, y en los últimos 15 segundos me dijo: “hablamos mañana, regresa con cuidado a casa” ,y reímos antes de colgar. La llamada terminó pedí otro cigarrillo, la cuenta y me retire. Camine unos 10 minutos más por la acera, mientras el cigarro se consumía y recordaba sus palabras, sus historias y la manera graciosa de ver la vida, tan simple como cuando pone sus manos en los bolsillo y camina con aquella mirada de seguridad admirable.
Hoy es un día especial, como todos los días , porque todos los días están llenos de amor y de personas bellas que te enseñan a dar más amor y que te brindan amor. Pero hoy una palabra cambio mi día , mis latido se aceleraron y un movimiento involuntario de una de mis piernas no era fácil de controlar.
“Te quiero, lo escuchaste ¿verdad?”
…el amor que recibes es igual al amor que das.